viernes, 8 de febrero de 2008

MANUELINO



Estilo artístico que se desarrolló en Portugal entre los años 1490 y 1521, durante la dinastía de Avis. Alcanzó su auge en el reinado de Dom Manuel I, O Venturoso, el afortunado.




Este arte surge como aplicación al gótico florido, y se caracterizó sobre todo por una decoración exuberante, de relieves vigorosos, con motivos de flora y de fauna marinas; todo elementos vinculados al mar.
Los motivo marinos más utilizados son; cuerdas, algas, escudos: inspirados en los viajes de los descubrimientos.




Su esplendor quedó patente en la arquitectura, pero se encuentran obras de escultura, pintura e joyería.




CONVENTO DE CRISTO DE TOMAR




Esta obra es de Diogo de Arruda.
Destaca la ventana de la Sala Capitular.
Aquí se celebraron las cortes de Tomar, en las que fue elegido Felipe II de España como Rey de Portugal, Filipe I, dando inicio a sesenta años de la dinastía Filipina.






TORRE DE BELÉM




Obra de Francisco de Arruda.
El monumento más puro del Manuelino.
Fue mandada construir, como fortaleza, a entrada del Tajo.








MOSTEIRO DOS JERONIMOS




Obra iniciada por el arquitecto Boitaca, y terminada por João de Castilho.
Dom Manuel I mandó construir este monasterio donde su antecesor, O Infante Dom Henrique, había mandado construir una capilla, en Belém.
Alberga los sepulcros de los monarcas, de Vasco da Gama, Luis de Camões y Alexandre Herculano. Uno fue el gran navegante, otro canto en sus versos la odisea de los descubrimientos, y el último como gran historiador alabó los méritos de ambos.






SÉ DA GUARDA




Intervinieron muchos arquitectos en su construcción, desde Afonso Domingues, que dio inicio a las obras, hasta que fue terminada por los hijos de Mateus Fernandes, Pêro y Filipe Henriques.
Es la Catedral portuguesa construida a mayor altitud, ya que la ciudad de Guarda está situada en la Serra da Estrela, el mayor desnivel de Portugal.




MOSTEIRO DE SANTA MARIA DA BATALHA




Se debe esta obra al genial arquitecto Afonso Domingues.
Dom João I mandó construir este monasterio como compensación a la ayuda divina recibida en la batalla de Aljubarrota.
La sala capitular fue construida con una bobada cuyo arco era impensable para la época, lo que motivó ciertas polémicas, y el arquitecto estuvo durante varios días allí instalado para potenciar la eficacia de su obra. Actualmente se presta homenaje continua al soldado desconocido.
Las capillas inacabadas (imperfeitas), donde está el túmulo de Dom Duarte.




3 comentarios:

Juani dijo...

muy chulo, hay un par de sitios que tendre que ir porque no los conozco, bueno ahora tendriamos que hacer una entrada con el cristo rey y el puente del 25 de abril. no crees?

Duarte dijo...

Me parece una excelente idea... manos a la obra...

pepa dijo...

Solamente Batalla ya merece una visita a Portugal. Es un monumento que me dejó impresionada por la alturas de sus columnas, la belleza de las vidrieras, la capilla de los fundadores y el pórtico de entrada a las capillas inacabadas.