lunes, 25 de junio de 2012

RETAZOS DE UN VIAJE...

... INOLVIDABLE

Y así lo han expresado mis compañeros de jornada...


Oporto, Oporto!!!
Nunca supe de ti hasta verte y,
una vez vista, a ella regresaré,
porque he visto una gran ciudad:
por sus monumentos,
su historia y sus gentes.
Una visita EXCELENTE
con un mejor amigo
como anfitrión.


Portugal...
um País lleno de contrastes,
con un bello paisaje,
un clima sorprendente y,
sobre todo, su gente,
lo más importante.


Un País de contrastes,
donde lo viejo
se convierte en arte.
Dicen, que el rostro
es reflejo del alma,
en este caso el alma
no es el reflejo del rostro...
es mucho más hermoso.


Ha merecido la pena subir y bajar
viendo tantas cosas bonitas:
tal es así que no tengo palabras.
Gracias Sr. Duarte...
Por traerme a Porto.


Me gusta los tejados rojos,
la cerámica azul,
el verde de las vides,
y los árboles.
Las hortensias azules
y el Duero...
con sus gaviotas.


Oporto maravillosa!
Y cadenciosa...
como sus fados.


Buen bacalao,
mejor vino y
óptimo maridaje.


Porto, ciudad de iglesias preciosas...


Me encantan las agrupaciones de casas antiguas
(al pie de la muralla por el río).


Volvería a la proa del barco,
respirando este Aire tan puro!


Río Duero, río Duero,
amplio y robusto,
emporio de riqueza.
Ha sido un placer deslizarnos
por tus aguas tranquilas.
Um recuerdo imborrable,
para toda la vida.


Lo que más me ha gustado
ha sido el crucero,
sobre todo la experiencia de las exclusas.



Me encanta la frondosidad de los parques,
y la riqueza de sus monumentos.


Es un viaje tan buenísimo
y bien organizado
que me anima a decir:
viva Portugal!
Y pienso volver...


Cuando organices otro viaje,
seré el primero en apuntarme...


Nos ha gustado la iglesia de Santa Clara, hasta diría que todo.
Un regalo anticipado de unas bodas de oro que se avecinan.


Desde esta ventana para el Duero, lo prometido, mi canto a vuestros decires, queridos amigos.


Entre calles empinadas,
en un sube y baja constante,
estás tu,  mi Porto.
Piedras desgastadas
Algunas ennegrecidas
Por el reposo de las penas,
Donde reverdecen alegrías.
Esto es lo que sentí, a tu lado,
Rodeado de buenos amigos.
Correteando calles y escaleras.
Por arriba de los rojos tejados
Espejos cuando mojados.
Allá más abajo el Duero.
Lento, plácido, caprichoso,
contornea su espacio, entre
Hortensias y vides, cuales jardines.


Los barcos “Rabelos” siguen allí
Aún flotan con garbo
Orgullo de un pasado
¡y cuanto vino han transportado!
Aquellos arcos da Ribeira
Las casitas apiladas “dos Guindais”,
Los puentes, ¡y que arcos!
Frondosa arboleda y el Palacio
Que ya no es de cristal.


El museo Romántico
y el rey Carlos Alberto:
¡cuanta historia tiene esta tierra!
Enrique el Navegante nació aquí,
Y cuando se marchó a Ceuta
Dejó al pueblo las tripas:
¡El coste de tal hazaña!
¡Ser “tripeiro” es un orgullo!
Así como Manuel de Oliveira.


En Foz, el mar reventaba
Blanco de espuma y de furia.
¡En el cielo las gaviotas!
En la “Reboleira” sonó el Fado,
sentimiento vivo de un pueblo.


En un afán de posesión
Fotografié todo
quise traerte conmigo.
En este ir y volver tan mío...
Sinfonía de quejidos doy
Desgarros que son míos
Pedazos de mi que aquí dejo
Entre abrazos y miradas.
“Saudade,” ¡es lo que siento!


VOLVERÉ POR SÃO JOÃO




domingo, 3 de junio de 2012

IGREJA DE CEDOFEITA - PORTO



A Igreja de São Martinho de Cedofeita (também conhecida como Igreja Românica de Cedofeita) está considerada a igreja mais antiga da cidade do Porto.





Desconhecesse quando terá sido construída a igreja original, Uma das teorias maioritárias entre os historiadores é a de que terá sido erguida pelo rei suevo Reciário em 446. Outros defendem que foi o rei Teodomiro, também suevo, em 559, tendo sido baptizado nela conjuntamente com o seu filho Ariamiro.





Sendo certa esta última versão da história, o nome de Cedofeita será uma referência à igreja. Conta a lenda que Teodomiro, desesperado porque não encontrava cura para a doença do Ariamiro, acudiu a São Martinho de Thous, enviando a esta cidade embaixadores com ofertas de prata e ouro em peso igual ao do seu filho.









Acabou por ser o bispo de Braga São Martinho de Dume o portador de uma relíquia de São Martinho de Tours, perante a exposição da qual o filho do rei foi curado, e todo o povo suevo presente convertido ao catolicismo. A relíquia está guardada nesta igreja de Cedofeita, juntamente com outras do evangelizador dos suevos, o bispo de Braga e de Dume. 





Teodomiro ordenou o início da construção de uma nova igreja em honra do referido santo. O templo foi construído com tal celeridade que se terá dito acerca dele Cito Facta, o que significa Feita Cedo, derivando em Cedofeita.






A igreja foi alvo de sucessivas transformações, adquirindo um traço românico quando foi erguido no mesmo local o Mosteiro de Cedofeita no início do século XII. Em 1742 o prior D. Luís de Sousa Carvalho ordenou várias modificações, dando-lhe o desenho que hoje vemos. 









Em 1930 a Direcção dos Edifícios e Monumentos Nacionais reconstruiu-a de forma a eliminar alguns elementos ornamentais colocados ao longo dos tempos.