viernes, 30 de septiembre de 2016

BAIRRO ALTO



Temprano queríamos llegar  
y hubo que madrugar!
Amanecía,  haciendo buen estar
cuando la bella Olissippo nos vio llegar.




Inquietos, no quisimos parar,
Y el primero tranvía  ocupar.
El 28 nos tenía que transportar
Pero ante tal cola la ruta hubo que cambiar.




Alfama, nos esperaba y no pudimos ir
Pero en el Bairro Alto acabamos
Y por el Rossio paseamos
Lisboa nos parecía sonreír


Del elevador da Gloria nos apoderamos
Y desde São Pedro de Alcantara oteamos
Las bellezas que Lisboa tiene
 Por historias contadas que la mente retiene




En un restaurante típico entramos
Y el hambre mitigamos
Aquel bacalao a la alentejana
Que saboreamos con mucha gana 













 Fuimos andando y a la Bica llegamos
A Santa Catarina también, y el Tajo vimos
Por fin el 28 y en él  regresamos
Encantos del paseo que dimos.












Pero aún nos quedaba mucha Lisboa por ver…

lunes, 12 de septiembre de 2016

CARROS ELÉCTRICOS E ELEVADORES DE LISBOA




En nuestra aventura lisboeta hemos optado por utilizar el transporte público y, ante todo, os carros eléctricos e os elevadores.



Los tranvías (carros eléctricos) en Lisboa son más que un simple método de transporte por la capital portuguesa. Sus colores llamativos y su diseño antiguo aportan un sello identificativo a la ciudad y nos sería muy difícil reconocer Lisboa, hoy en día, sin su presencia.



Aún teniendo que esperar muchos minutos en una parada o quedar atrapados en un atasco porque alguien ha dejado un coche imposibilitando el paso.
Entre ellos destaca la línea 28 que realiza la ruta más larga y famosa de Lisboa. En su periplo discurre por las estrechas y empinadas callejuelas del antiguo barrio de Alfama esquivando esquinas y coches aparcados con precisión milimétrica.



Subirse al tranvía 28 es, sin duda, una forma ideal para moverse y conocer los rincones más interesantes de Lisboa.




Pero también utilizamos el 15 y el 25.
En nuestro deambular por Lisboa, que es un sube y baja continuo, por sus siete colinas, también utilizamos los funiculares (elevadores), como el de la Glória. 






Pero también el elevador de Santa Justa, que es otra cosa.









Los autobuses, menos, no poseen el mismo encanto.