sábado, 31 de julio de 2021

SALAMANCA





Son casi tres milenios de existencia que dan para coleccionar todo tipo de acontecimientos. Aníbal y los romanos han estado por aquí. La refundación de la Ciudad que Alfonso VI, tras la conquista de Toledo a los Musulmanes, encargó a Raimundo de Borgoña. Las guerras de los bandos, de los nobles por el poder en los S. XIV y XV, las Comunidades, el esplendor del XVI, cuando Salamanca fue centro del saber y del mundo, en competencia con la Universidad de Coimbra, la crisis del Barroco, la Guerra de la Independencia o el ensimismamiento de siglo XIX y buena parte del XX, la moldearon en lo físico y en lo espiritual, en su estructura, identidad y cultura. 

Fueron hitos significativos, a los que en la historia más reciente hay que sumar dos: la designación como Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1988 y la Ciudad Europea de la Cultura celebrada en el 2002.








La Plaza Mayor es una de las plazas más bellas de España y hasta me atrevo a decir que del mundo, y uno de los monumentos barrocos destacables de la arquitectura peninsular.

Declarada Monumento Nacional desde 1935, en la justificación técnica y artística se afirma que es "la plaza más decorada, proporcionada y armónica de todas las de su época existentes en España".

Tiene 88 arcos y numerosos medallones labrados.



























La silueta de sus catedrales preside el cielo salmantino y su interior recoge la vida y la historia de la ciudad y sus ciudadanos. Constituyen otro conjunto histórico - artístico por excelencia ya que se levantan juntas: la Catedral Vieja y la Catedral Nueva.

La Nueva, gótica, renacentista y barroca, nace y crece a partir de la otra. La Vieja, de estilo románico.

El acceso a la Catedral Vieja se realiza a través del interior de la Nueva. Al entrar en ella volvemos al pasado, este templo románico revive un espíritu antiquísimo, medieval, un lugar vinculado a la repoblación (comenzó a construirse hacia 1509, a una sociedad en guerra donde el valor más representativo es el del santo guerrero (Raimundo de Borgoña y el Obispo Jerónimo).

En 1755 el terremoto de Lisboa dañó gravemente la torre de las campanas. El sistema de las campanas quedó dañado por lo que el campanero tuvo que escalar hasta las campanas para tocarlas. 

 





















Salamanca tiene su particular “cielo” y está en la universidad. 

Fundada como estudio en torno al año 1218 por decisión del rey de León Alfonso IX, fue confirmada oficialmente como Universidad en la Carta Magna que le otorgó Alfonso X en 1254. En sus orígenes siguió el modelo boloñés, que daba preferencia al estudio del derecho civil y canónico frente a la teología y la filosofía preponderantes en la Universidad de París. En su época de mayor esplendor, siglos XV y XVI, figuró a la cabeza de las universidades europeas. En la actualidad, es la Universidad más antigua de España. Destacan en su interior el aula Fray Luis de León, los relieves de la escalera del claustro, o la Biblioteca, fundada en 1254 por Alfonso X el Sabio, que atesora numerosos manuscritos e incunables de valor incalculable. 

Frente a la fachada de la Universidad está el patio de Escuelas Mayores. 

Según la tradición estudiantil, si se quiere aprobar los exámenes con facilidad hay que ver antes la rana de la fachada de la Universidad.
















La Casa de las Conchas, es todo un poema de amor. Se trata de uno de los palacios más populares de Salamanca y una de las mejores muestras de la arquitectura gótica civil española. La hizo construir, en los últimos años del siglo XV y primeros del XVI, Don Rodrigo Arias Maldonado, afín a los Reyes Católicos y caballero de la Orden de Santiago. Las conchas son el principal motivo ornamental de la fachada.

En la actualidad este espacio acoge una biblioteca pública y sala de exposiciones.











Edificio de la Diputación













Paseando por la ciudad