viernes, 30 de junio de 2017

IZNÁJAR


La visita a esta bella población andaluza me fue inducida por mi buen amigo Joaquín Fuentes Orgaz, quien nunca regateó esfuerzos en contarme maravillas de la tierra que le vio nacer: pude comprobar por mi mismo que no exageró ni un ápice.


Iznájar es un municipio español de la Provincia de Córdoba. 
La villa está coronada por el Castillo de Hisn-Ashar y la Parroquia de Santiago Apóstol. Se asienta en la loma de una colina sobre el arroyo de Priego y el río Genil, que aquí discurre por su cauce medio formando el embalse de Iznájar, el mayor de Andalucía, con 981 hm3, lugar ideal para practicar el piragüismo.

Es el último municipio al sur de la provincia de Córdoba, en el vértice con las provincias de Granada y Málaga, prácticamente en el centro geográfico de Andalucía.









Las primeras referencias al castillo datan del 886, pero es posible que el núcleo originario se formara en el siglo VIII. Tras la caída del Califato estas tierras se vincularon al reino zirí de Granada y fueron ocupadas por los beréberes. Su posición fronteriza la llevó a cambiar varias veces de manos hasta su definitiva conquista cristiana en 1431, durante el reinado de Juan II. Fue nombrado alcaide del castillo el señor de Baena y Conde de Cabra Pedro Fernández de Córdoba, con el título de vizconde de Iznájar.






























     
   




 El embalse, lago de Andalucía, sepultó un pintoresco paisaje ribereño de alamedas, huertas y senderos, pero compensó a la villa de aquella pérdida regalándole el espejo de las aguas, en el que Iznájar, como un barco varado de piedra y cal, se mira con altivez. La torre parroquial es el palo mayor, y el castillo el puente de mando, a cuyos pies se desparrama el caserío, quebrado por calles que merecen ser recorridas, a pesar de sus acentuados desniveles que obligan a momentos de respiro.







Y a reponer fuerzas... donde nos has dicho...


Aquí queda este pequeño homenaje a mí amigo Joaquín Fuentes...