martes, 26 de febrero de 2013

COIMBRA



En tiempos remotos este lugar estuvo ocupado por los Celtas pero la romanización fue la que transformó culturalmente esta región. Lo prueban los diversos restos arqueológicos conservados en el Museo Nacional Machado de Castro, construido sobre el “criptopórtico” de la Civita Aeminium, el foro de la ciudad romana.







Bajo el reinado de Afonso Henriques fue integrada al territorio portugués, esto en 1131. Son de esa época algunos de los monumentos de la ciudad: la Sé Velha (Catedral Vieja) y las iglesias de São Tiago, São Salvador y Santa Cruz.





La Universidad de Coimbra, fundada en 1290 por D. Dinis, es una de las más antiguas de Europa. Con el nombre de "Estudios Generales", se trasladó entre Lisboa y Coimbra a lo largo de varios reinados hasta que fue definitivamente establecida en esta ciudad en 1537, por D. João III. Desde entonces ocupa el mismo edificio, antiguo Pazo Real medieval, adquirido por la institución en 1597 a Felipe II de España que entonces gobernaba Portugal.


Fue en la Quinta de las Lágrimas donde se desencadenó el amor entre D. Pedro I y Inés de Castro.  Fue mandada asesinar por orden del rey D. Afonso IV, considerando que el romance supondría cierto peligro de subyugación a Castilla. Romance que inspiró a poetas y escritores, su historia es parte del patrimonio de la ciudad




En el siglo XVII los jesuitas llegaron a la ciudad, señalando su presencia con la construcción de la Sé Nova. En el siglo posterior, la obra regia de D. João V enriquecerá algunos de los monumentos de Coimbra, incluyendo la Universidad. D. José I realizará algunas transformaciones dirigidas por el Marqués de Pombal, principalmente en la enseñanza.
A principios del siglo XIX, las Invasiones Francesas y las guerras liberales portuguesas dieron comienzo a un período conturbado, sin gran desarrollo para la ciudad. Desde entonces, los estudiantes han sido quienes la han recuperado y transformado en la ciudad universitaria por excelencia de Portugal.




La Biblioteca Joanina, que no hemos podido visitar, por estar cerrada, así como todo el edificio de la universidad. De ella el Conde Raczinski escribió en "Les Arts au Portugal": «es la más bella, más ricamente decorada biblioteca que he visto hasta hoy».


Tuvimos que volver a Porto quedando mucho de Coimbra por ver. La hora y la época del año no han sido las adecuadas.
Dimos nuestro adiós al Penedo da Saudade y pasamos de espacio, pero sin detenernos, por la Quinta das Lágrimas, el Portugal de los pequeñitos y el  Convento de Santa Clara: recordando a la reina Santa Isabel y el milagro de las rosas.

 VOLVEREMOS!!!



sábado, 9 de febrero de 2013

BUÇACO



Extenso y majestuoso bosque, la Sierra de Buçaco es un verdadero jardín botánico donde se podrán encontrar cerca de 700 especies autóctonas y exóticas, protegidas por un Decreto papal del SIG. XVII, que amenazaba de excomunión a quien les causase daños. Es Monumento Nacional desde 1943.



En el SIG. XVI el Vicario General de los Carmelitas Descalzos designó éste lugar para constituir un lugar donde los frailes se pudiesen dedicar a la vida contemplativa en contacto con la Naturaleza. Fue mandado erigir un modesto convento, varias ermitas y capillas penitenciales esparcidas por el Bosque, que en conjunto, con los numerosos lagos y cruces de piedra dan a este lugar un ambiente mágico. La belleza deslumbrante de la Sierra, en la que se destacan lugares como el Valle de los Helechos y la Fuente Fría, podrá ser admirada desde el Mirador de la Cruz Alta.




 Del convento original, hoy solamente se pueden visitar los claustros, la capilla y algunas celdas, ya que, parte de su área dio lugar, en el SIG. XIX, a un palacio en estilo neomanuelino, hoy convertido en un Hotel de lujo.



En el SIG XIX, la Sierra de Buçaco fue escenario de la victoria de los Portugueses sobre las tropas invasoras de Napoleón, hecho que es recordado en un obelisco y en el Museo Militar.


  
La familia real Portuguesa contrató el arquitecto y pintor italiano Luigi Manini para a construcción de un palacio de caza en el local del convento del bosque del Buçaco. La construcción quedó concluida a finales de 1907, un poco antes de la implantación de la República, en 1910. A partir de ese momento este bello Palacio, que parece sacado de un cuento de hadas en el bosque encantado, se ha convertido en un Hotel de lujo.





El hotel está suntuosamente amueblado y su decoración interior, de estilo neomanuelino, alberga paneles de azulejos con motivos históricos, y excelentes cuadros de importantes artistas, relacionados con la época de los descubrimientos marítimos portugueses.





Deberíamos haber quedado hospedados durante unos días para poder disfrtar de tanta belleza, pero Coimbra nos esperaba…